Es de público conocimiento la “adhesión” Kirchnerista del programa 678, pero la polémica ya se está levantando, pues otros programas denuncian que se use el empréstito público para tribunas políticas.
La financiación sale del bolsillo del contribuyente cuando se usa la tv púbica para dirimir cuestiones que tienen que ver con las personas, en vez de tener apertura en el tratamiento de la información.
En los últimos meses, especialmente dedicados a defenestrar a Clarín, se planteó en el programa asuntos delicados como qué hizo ese diario durante la dictadura.
La realidad es que ningún medio hizo mucho, y el que quiso hacerlo, perdió pié, teniendo que cerrar y huyendo del país. Lo que es cierto también es que especialmente los medios Clarín y La Nación, parecían tener vinculaciones especiales con las ideas imperantes, no es que no ·comunicaban” porque eran controlados, no comunicaban porque estar de acuerdo con lo que pasaba, eso, me parece, es bien claro.
Desde ese punto de vista, estoy con el programa en cuando a informar a la población y concientizar sobre los medios, estoy de acuerdo en ir mostrando a la gente lo que “hacen” o “hicieron” esos medios y la ideología que pretenden hacernos creer.
Hay una velada sugerencia sobre “volver” sobre la idea plantada, y preguntarse: y los Kirchner qué hicieron en ese momento.
Más allá que la respuestas serían interesantes, por lo que sé, no eran un “medio”, no tenían ninguna responsabilidad sobre la comunicación, de manera que no hay por qué medir las acciones de unos en referencia a otros.
Me parece una argumentación artera que lo único que logra es revelar que a Clarín y la mayoría de los medios no pueden contestar la pregunta sin quedar muy manchados, muy cómplices.
La mayoría de los diarios, silenciaron, y nunca enmendaron esa situación, pero estar entre la “mayoría” no los excusa de la complicidad.
Lo gracioso fue cuando los medios aplaudían al matrimonio presidencial por suprimir la vía penal por delitos de injurias o calumnias, pensando que es una vía de una sola mano, como si eso les diera la suficiente impunidad para ir en contra de quién quisieran sin temor a las represalias, sin darse cuenta que ellos mismos quedaban expuestos a la misma situación.
Lo que revela todo este asunto es que deterioro de los medios y la pérdida de la objetividad en lo comunicable, cada uno hace su propia fiesta y elige los invitados, hasta eligen en modo de vestirlos para mostrarlos en la vidriera mundial.
Ahora, Clarín, La Nación, compiten con otros medios, Facebook, you tube, desde donde el gobierno “planta” temas, controversias y socavan la credibilidad de los diarios con un método que a la larga parece dar más frutos que el de los diarios: llega a una población que “pide” esa información, no tiene que comprar el diario para tenerla, ello implica que la gente está eligiendo de quién quiere saber la noticias y en ese campo, Clarín está perdiendo pié rápidamente. Le sigue La Nación, aunque con oposición menos virulenta, pero con igual perfil de comunicación que Clarín y alineado con él.
La guerra de los medios ha nacido. |