Y creo que esa es mi situación en este momento. Sigo más menos de cerca, el caso de Taddei, no porque quiera, sino porque no hay vez que no pasen algo por tv de ese caso, o que se abra el diario sin comentarios.
Desde afuera, como todo palo, siempre me queda el mismo interrogante: por qué esa familia recién habla ahora. Por qué un padre que ve a su hija golpeada espera para darle una lección al abusador, o en otro caso, por qué no hay denuncias.
Entiendo que el abusador, está comprometido emocionalmente, pues ha sido causante de males mayores con el caso Cromagnon, pero también víctima de lo mismo, entiendo que debe estar muy comprometido su psiquis, ya la estaba, ahora debe haber empeorado.
Aun no entiendo la justicia, por qué ese señor no está preso y bajo observación médica, no digo que sea culpable, ni lo sé, ni tengo prejuicios, lo que sé es que pasa por dos situaciones terriblemente traumáticas, que desestabilizarían al más duro, y que nadie hace algo al respecto en atención a su situación personal.
En unos casos, parece que el darle esa “salida”, lo deja fuera de la responsabilidad en caso de que se descubra que realmente mató a su esposa, pero eso no deja afuera de la responsabilidad al resto, un padre que ahora declara agresiones, y que no hizo nada, una familia del supuesto abusador, que tampoco hace nada ante la situación.
Es demasiados no hacer nada.
Repito, esto lo digo por boca de palo, ya que cuando no se viven esas situaciones nunca se sabe qué haría uno en el mismo caso.
Pero no puedo evitar preguntarme, como parte de la sociedad, por qué hay tanta gente que “sabía” y nadie hizo nada.
Aparentemente, Wanda mentía, dice su familia, y si sabían que mentía, por qué no se asesoraron para saber qué hacer frente a esa situación, la tv. está plagada de casos como este, por qué será que se insiste en “a mi no me va a pasar”.
Hay historias de matafuegos ocultos, de drogas, de películas ratas, no sé, se me ocurre: había una mujer con un problema que admitía una pareja que abusaba de ella, un cuadro descripto hasta en libros infantiles, esa mujer, salió de un hogar, del mismo cuyo padre dice sospechar que era golpeada.
Me sigo preguntando, qué hace que una mujer se deje golpear y proteja al abusador, eso también está en los libros: en la casa se aprende.
En la casa del hombre que denuncia al esposo, pero que sospechando, nunca hizo nada para evitar llegar a lo que hoy pasa.
Entre otros detalles de este señor, cuenta, que tuvo a la hija encerrada dos años por las malas compañías y alejarla de las drogas, pero no se explica si esa acción convenientemente supervisada por especialistas, debió ser traumática y lo más probable es que en ese momento Beatriz haya acunado la idea de huir de esa casa y de no admitir que nunca más su familia se metiera en su vida.
No creo que haya cosa peor que encerrar a un adolescente por dos años, con vigilancia como de delincuencia, no sé, pero hace años que ningún psicólogo recomienda semejante brutalidad, semejante agresión a la libertad, en un momento en que se debe crear lazos de relación, de afecto, se genera una situación de control policíaco y secuestro socialmente aceptado. Ya se sabe que hay formas mejores.
Dejando de lado el hecho que la chica estuviera ya en el “ambiente de las drogas”, ya debió ser un alerta sobre que no estaba en condiciones de manejar su vida, mucho menos de alejarse voluntariamente de la persona que abusaba de ella, llámese padre, llámese esposo.
No tengo el prejuicio que si alguien se droga es mala persona, creo que hay ahí una necesidad, un faltante, un enorme agujero que se llena con un vicio del que luego es difícil salir, y creo que son personas que merecen compasión, comprensión y no persecución y rechazo.
No puedo evitar ver un ambiente enfermo en su totalidad, incluyendo a la familia de la chica o quizás la primera situación de agresión, por qué iba ella a diferenciar la agresión familiar de la que estuviera viviendo.
Lo más conmovedor, me resulta la voz de los niños grabadas: 'mamá, nos vamos a curar juntos, no nos vamos a pelear más', esos niños, estaban concientes de lo que pasaba, me pregunto si sabrían que semejante situación, no los incluye solamente a ellos, sino a todos, familiares de los padres incluidos.
Ahora creo que hay que revisar la vida de los padres, porque de algún modo se llega a esto, los padres de ella, parecen querer venganza, habrá que ver si esto no se les vuelve en contra.
Leí que hubo una denuncia en Minoridad, pero una joven violentada por sus padres en un encierro de dos años, en la adolescencia, ¿les parece que está en condiciones de aceptar cualquier opinión de esos padres? , no lo creo, ni yo lo estaría.
No les creo los relatos a los padres, hasta el guión es malo, una hija que echa siempre a los padres, rechaza todo lo que venga de ellos, rechazan al hombre que eligió, y es un abusado, no le dice: “…perdoname papi, yo te amo…”
Pero por favor, un mal guión.
Creo que hay que investigar a toda la familia.
En su defecto, que sirva para otras mujeres, la violencia de género no es moco e pavo, ni es una vez, es una conducta que se tiene que tratar y si el abusador/a, no se da por aludido de la anormalidad, hay que alejarse de esas personas y alejar a los menores, permitir que niños vivan esas situaciones de abuso, es criar niños que tienen mucha probabilidad de repetir el comportamiento con los mismos o peores resultados.
Claro, como comenté desde el principio, estos comentarios son de palo, pero no dejo de sentir que los pudo hacer porque he vivido el otro resultado, el de la familia que se ha desarrollado en un ambiente en donde no hubo situaciones de violencia, ni de humillaciones entre sus componentes con un sentido del amor y el respeto por los otros integrantes, que no implica no haber tenido diferencias y peleas, implica que la reflexión sobre la protección de la familia es más importante que cualquier otra cuestión.
Bastante tenemos con la violencia de afuera.
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