Anoche, ya casi en un estertor, terminé en pose fetal, con la manos aferradas a las pelotas, llorando un océano de sal y dolor. Aturdido por la insoportabilidad de la escenas y los actos cometidos, quedé seco tirado ahí, en el mismo piso del sótano que horas antes era base de puro bullicio y felicidad. Iba ir a tocar a un boliche medio finoli invitado por unos amigos re-músicos; no pude hacerlo. Me dormí luego del espanto sin abrir un ojo hasta hoy. Recuerdo lo que vi y ... ¡brrr!, no salgo del asombro.
Cosas sueltas que apenas puedo hilvanar:
1.- Cinco jueces: un contravencional, un penal por la usurpación, dos administrativos, y un civil. Cada uno con sentencias contradictorias respecto de los otros. ¿A cuál creer competente? Un disparate. Para colmo, hubo allí varios homicidios, y sin embargo, los jueces competentes ante estos delitos, ni pío. ¿Escena del crimen?, ¿qué crimen?, se preguntarán ... Abundan unos que no debieran ni estar, faltan otros que, sí o sí, debieran intervenir. El Poder Judicial ya no es la Cenicienta del Estado; más bien, y decididamente, se ha vuelto parte asalariada del personal doméstico, ora de Casa Rosada, ora del Gobierno de la Ciudad.
2.- El gobierno de la ciudad es responsable inmediato de todo este bardo al no saber gestionar una situación que se le fue de las manos de manera insólita por pretender manejarla a los garrotazos. ¿O fue a propósito?, ¿una desestabilización en el tercer año de gobierno de la Viuda?
3.- Que ante una emergencia práctica de tamaña magnitud, y por muy bonitas y políticamente correctas palabritas que se hayan usado, se crea que la solución pasa por crear un ministerio ... ¡un ministerio que comenzará a trabajar recién el miércoles que viene! ... ¡Ay, burócratas del orto! ¿O fue algo exprofeso?, ¿una desestabilización pensada para obstaculizar al gobierno macrista?
4.- Manifiesto -muy evidente-, proceso de favelización. Talleres de trabajo esclavo, mafias textiles, narcotráfico, negocio de autopartes ... Claro, si a los servicios de inteligencia los gastan en escucharse entre ellos -para luego arribar a diálogos de simples sordos-, es obvio que no tenen tiempo para espiar a las mafias que allí dentro operan. ¿O sí saben y les da igual¿; ¿o sí saben y les gusta la jodita porque ellos van prendidos en la cometa?
5.- La "invasión" de anoche contra los okupas fue inmediata a la finalización del discurso presidencial. Un ejército entrenado no hubiera actuado tan sincronizada y eficientemente. ¿Cómo, quiénes, para qué toda esta orga proverbial?
6.- Cuando un juez de la república da una orden al ejecutivo, éste se supone que ha de obedecer. Linda costumbre se han agarrado al decidir que los mandatos judiciales son de imposible cumplimiento. La respuesta federal semeja a la de un bombero que no vaya a apagar un incendio en la vereda de enfrente, poniendo como excusa el no poder abandonar su puesto de trabajo por las dudas de que allí donde está se genere otro incendio similar. No apago ahora acá pa' ahorrar agua por las dudas de que tenga que apagar mañana allá. ¡Absurdo!
7.- Como siempre: pobres contra pobres. En Barrio Norte durmieron a pata suelta anoche.
8.- Intentar comprender el caso mediante el bípedo recurso de hallar allí buenos y malos me resulta improcedente por inadecuado e ineficaz. De un lado, hay gente sin techo a la que le han prometido, gente arribista que aprovecha las gangas paternalistas del Estado, y organizaciones mafiosas que sacan provecho del río revuelto; del otro, gente atemorizada (muy peligrosa pues sangra por la herida de su miedo), envidiosos de pura cepa de los recursos que el Estado le regala a los otros (en lugar de gastar sólo en ellos), xenófobos y punteros y gente interesada en sacar partido. El asunto es de una complejidad que indica claramente que durante mucho teimpo esto se vino cociendo a fuego lento.
Siento una profunda impotencia. Un gran malestar, un dolor como hacía años que no sentía. Ante el caso, no puedo sino sentirme solidario con las víctimas, con sus viudas, con sus hijas huérfanas, con los débiles de uno y otro bando.
Más anarquista que nunca {*}
Rafa*
*.- Porque la anarquía supone una muy horizontal pero férrea organización, un estado natural de acuerdo entre los individuos de uno u otro tipo de agremiación. Nada relacionado con el desorden selvático del que sacan tajada los poderosos de siempre. Si a la gente no se la educa en asociacionismo, en solidaridad, en estoicismo, en amor fraterno, hace falta un "cuco" para, a los latigazos, poner freno al desbande que termina imponiendo la ley del hampa. Hace falta un Estado, quiero decir. Muy otra cosa es predicar la convivencia pacífica, concesualista, no jerárquica, horizontal, sececionista y federal de veras. Claro que para ello, para librar a la ciudadanía de este aparato que cuando las papas queman termina, ora ausentándose, ora machacando gente a palos, hay que educar. Educar y educar en salud espiritual y moral y sobre todo, política. |