sintgamas, artículos
 
Usuario:   Clave:    
   
Escribí lo que quieras:  
 
  Gastronomía| Moda| Mascotas| Industria| Om| Mi lugar| Economía| Política| Humor| Ecología| Turismo| Educación| Inmobiliarias| Sociedad| El mundo| Ocio| Música| Ciencia| Tecnología| Internet| Posicionamiento| Diseño| Deporte| Salud| Letras| Cine| Juegos| Miscelaneas| Cultura| Escultura| Pintura| Clasificados| Televisión| Alternativas| Recetas| Telefonía|  
   
 
 
27 ¿Esto del medio ambiente será porque ya destruimos la mitad?   por   marisita
 
 
DaniloAlberoVergara 2/15/2021 | 06:41:01  
 
El gato de Harry
Danilo Albero Vergara escritor argentino
Tags:
  literatura   literatura latinoamericana   literatura hispanoamericana   narrativa argentina   Danilo Albero Vergara   escritores argentinos   escritores latinoamericanos   novelas de escritores argentinos
 

En La incertidumbre del gato, me dejé llevar por las imágenes que tienen los dueños de sus felinos y dos de las características asociadas a postulados de la ciencia: “El principio de la incertidumbre” y “El gato de Schrödinger”, pero encontré pocos ejemplos de gatos protagonistas literarios. Lo cual no quiere decir que no existan; están los personajes del poemario de T.S. Elliot Old Possum’s Book of Practical Cats (El libro de los gatos hábiles del viejo Possum), una colección de poemas humorísticos sobre los hábitos sociales y la sicología felina. También está el Gato con Botas y un personaje ubicuo y entrañable por excelencia, el Gato de Chesire, de Alicia en el país de las maravillas, del que casi siempre se presenta solo la cabeza, cuando aparece en medio de un partido de croquet; la reina, para no perder la costumbre, ordena que le corten la cabeza, lo que ocasiona una discusión con el verdugo que alega que no hay cuerpo del cual separarla.

Dentro del mundo de los comics, Garfield es mi gato favorito, omnívoro saqueador de la heladera, amante de las lasañas, de dormir todo lo que puede y martirizar al dueño y al bobo perro Odie. En dibujos animados a los gatos les ha tocado el doble rol de taimados, como los gatos Si y Am de La dama y el vagabundo, o los Aristógatos.

Los perros han tenido una participación literaria más activa; cuando Ulises regresa a Ítaca, de incógnito, luego de veinte años de ausencia, es reconocido por su perro Argos, que lo ha estado esperando, y luego muere. En Viajes con Charley, John Steinbeck narra un recorrido de más de quince mil kilómetros en caravana; atravesó treinta y cuatro estados en compañía de su caniche francés. A lo largo del viaje, el autor dialoga con Charley, lo consulta, y a veces discrepa. Jack London rescató de su experiencia buscando oro en Klondike a dos personajes caninos memorables como paradigmas del alma humana y, también, imágenes especulares: Buck de El llamado de la selva, perro doméstico secuestrado y vendido como animal de tiro, que opta por adaptarse a la vida libre y salvaje y fuera de toda compañía humana y el lobo de Colmillo Blanco, que termina por integrarse a la civilización.

En el otro extremo del alma humana, la Malpapeada, la perra de Liceo Leoncio Prado en La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, es víctima de infinitas crueldades por parte de los cadetes, en algún momento el Jaguar que se había contagiado de ladillas se le ocurrió echárselas a la perra, que se empezó a rascar frotándose contra las paredes y quedar totalmente ulcerada, a lo que el Jaguar concluyó “si le echamos ají se va a poner a hablar como un ser humano”, curiosamente se curó. La ciudad y los perros, es una novela sobre el autoritarismo, la violencia en el liceo militar donde solamente los más autoritarios y crueles sobreviven; curiosamente la perra, protagonista canino, es la víctima incapaz de articular su defensa.

Está el inolvidable y querible Montmorency, el foxterrier protagonista de Tres hombres en un bote sin contar un perro, asesino serial de pollos y gallinas y que, en la ausencia de su dueño, era sacado por el jardinero a un centro de apuestas porque “mata ratas contra reloj”.

Pero hay un gato que se lleva las palmas en la ficción, ya que no literaria, cinematográfica. En El tercer hombre de Lou Reed, Holly Martins, escritor de novelas del oeste llega a Viena porque su amigo de la infancia, Harry Lime, le ha ofrecido trabajo; ni bien arriba se entera que Harry, ha muerto el día anterior, de inmediato, el encargado de la policía británica ─la ciudad se halla dividida en cuatro sectores, ruso, norteamericano, francés e inglés─, cuando cae en la cuenta de que Holly no tiene nada que ver con las actividades criminales de Harry, lo pone al tanto de estas y lo conmina a regresar a los Estados Unidos, pero Holly no cree en la culpabilidad de su amigo, está convencido que lo han asesinado y se propone hallar a los culpables. A tal fin, y en busca de información, Holly entrevista a Anna, la novia de Harry, empieza a frecuentar su compañía y se termina enamorando de ella.

En algún momento, en la casa de Anna aparece el gato de Harry y ella le explica al escritor que el gato solo se daba con Harry; de regreso al hotel, Holly ve al gato y lo empieza a seguir. Toda la escena que sobreviene dura poco más de dos minutos, por obvio que resulte decirlo, no existe vigor en el cine si no está plasmado eficazmente en imágenes. Los ciento veinte segundos de esta escena son captados por una cámara con enfoques torcidos, planos expresionistas, grandes angulares y exagerados claroscuros. De repente, en un umbral en ruinas se ven un par de zapatos negros y el gato que se refriega contra ellos; la oscuridad es rota por un spot y la cámara sube, pantalón negro, sobretodo negro, sombrero orión negro, el difunto Harry Lime, el más atractivo y seductor villano de la galería del cine negro, le dirige una sonrisa a Holly y desaparece entre las sombras.

Pocas veces he visto conjunción entre personajes, técnicas de cámara y música. Porque, esta escena de la antología del cine negro es inconcebible sin el fondo del tema Harry Lime, en la cítara de Anton Karas.





Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Obra Derivada 4.0 Internacional.

 
Agregar esta página a Mister Wong Compartir
Gripe
San Expedito
  Comentarios: 0      
 
Enviá tu comentario
Para dejar tu comentario debes ser miembro de Sintagmas.
 
 
 
 
 
 
ULTIMAS PUBLICADAS en Mi lugar |
  Todo lo que debes saber sobre los tratamientos de estética dental
NAF
 
  Como llevar mejor la cuesta de enero con conservas del Cantábrico
NAF
 
  Cinco conservas exquisitas para saborear en verano
NAF
 
  Cuánto se juega a la lotería de navidad
NAF
 
  Pirdras Blancas
Sociedaccion
 
  Mudanza a piso en Barcelona inesperadamente fácil
Contenidos7
 
  Los sabores de siempre en restaurante Alcalá de Henares
Contenidos7
 
  ¡Por fin nos independizamos!
Contenidos7
 
  Cerrado por reformas
Wombat
 
  Muro, paredón o después
puntoedu
 
  Topografía desconcertante
HeridaAbsurda
 
  Este es Lucas, ayudá a encontrarlo
Gorda
 
  Ya son Maravilla del mundo, las Cataratas de Iguazú
JulioH
 
  La sordera oficial
Wombat
 
  Cascarudos gronchos
Miura
 
  Sintagmas, sitio incontaminado
Gorda
 
  Como terminar algo que aun no a comenzado
maria bello
 
  Candela, una herida abierta
Gorda
 
  Buenos aires bajo la niebla
Primate
 
  Robar un banco y salir impune
Primate
 
  Deportes para el pueblo
JulioH
 
  Servicio doméstico
Rafa*
 
  Como en casa
Primate
 
  Tributo a uruguay
Rafa*
 
  Llamadas comerciales al teléfono
Duck
 
  El abrazo del Oso
andre_laplume
 
  A los perro les encanta jugar
achrafx
 
  Inspirado en las chicas Bond
Claudio
 
  Tragedia en el Teatro Colón
Arcadia
 
  Celebración bicentenario
Claudio
 
 
 
 
TAGS
literatura literatura latinoamericana literatura hispanoamericana narrativa argentina Danilo Albero Vergara escritores argentinos escritores latinoamericanos novelas de escritores argentinos
 
 
  Contacto| Términos y condiciones| Anunciar en Sintagmas| Acerca de Sintagmas| Administrar|      
Copyright 2009 y actual de Sintagmas | Todos los derechos reservados