El otro día escuché en el programa de Dolina que Gracias a una dispensa especial de Dios, los días domingo los tormentos del Infierno quedan suspendidos.
Esto se leyó en el evangelio apócrifo de San Pablo.
Si es así, estamos fritos, con razón nos va todo mal, los días que se votan cae domingo, así, sin pagar culpas, esa gente siempre queda excusada por la dispensa de Dios, con semejante aval quién puede.
Lo raro de esto, es que en realidad, viene a ser que en el infierno hay feriado, hay paro de parrilla; digo yo, cómo se pasa ese día entonces.
Viene a ser que le podes dar al pecado, sin problemas.
Y el del traje rojo y cola de punta, ¿qué hace ese día? ¿Va a misa?
El domingo en el infierno debe ser un opio terrible para el cola de flecha.
Me propongo pensar bien cómo voy a utilizar los domingos una vez en el infierno, por ello comienzo a pecar desde ya, como una práctica. No es cosa de ser un improvisado.
Julio Montes.
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