Al terminar mi clase con el maestro Manzano reflexione sobre la importancia del diálogo sobre todo en la familia y vasto solo mirar alrededor para darme cuenta que actualmente la misma sociedad nos demuestra que debido al estilo y ritmo de vida que llevamos en la actualidad no le damos la importancia que debiéramos al diálogo familiar.
La familia es la base para promover el desarrollo de la confianza y los valores; el diálogo honesto y respetuoso tiene un peso importante en la autoestima de los que conformamos el núcleo familiar.
Si no existiera el diálogo sería muy difícil comunicarnos, expresarnos, decir nuestras opiniones. Gracias a saber dialogar es que formamos relaciones, vínculos amorosos y podemos crecer con amor y felicidad. Muchas veces sucede que dialogamos en familia pero cada uno le da una interpretación y puesta en práctica diferente.
Me he dado cuenta que si en realidad queremos tener una línea de diálogo abierta en familia tenemos que empezar por sembrar la semilla del diálogo en nuestros hijos y hacer tiempo para nosotros como la familia que realmente somos. Apagando la televisión por una hora y dedicarnos ese tiempo a nosotros puede brindarnos resultados maravillosos como familia y como individuos que somos.
Establecer un diálogo familiar si nos detenemos a pensar, no es para nada complicado puede estar compuesto de las historias que como padres tenemos en el trabajo, puede ser acerca de las historias de la escuela, exámenes difíciles, paseos escolares en fin temas en los que todos podamos participar. Otra forma de mantener el diálogo familiar es realizar una actividad deportiva una vez a la semana todos juntos o en familia ver una película de interés común o tal vez una salida a pasear que disfrutemos juntos.
La finalidad es dedicarle tiempo a dialogar con las personas que amamos, confiar en los miembros que forman parte de nuestra familia, aprender a escucharnos mutuamente y respetarnos.
A través del diálogo, padres e hijos nos conoceríamos mejor, conoceríamos sobre todo las respectivas opiniones mediante una conversación amplia y trascendente adquirida con la convivencia. Recordemos que en la familia se gestan las actitudes y valores que trascienden en solidaridad social; éstas están ligadas a la experiencia de vida y se transmiten a través del ejemplo.
Concluyo haciendo referencia a la importancia de dedicarle tiempo al diálogo con la familia, ya que el valor de esta puede estar basado en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia buscando un bien común, fortaleciendo así el vinculo afectivo entre padres e hijos.
Al retomar el diálogo familiar nos conoceríamos mejor como familia y fomentaríamos la unión familiar.
Rosa Jazmín Rosas Flores