Bueno, ahí va. No es gracioso, es muy triste en realidad. Pero si, llegado el caso, alguno de ustedes debe pasar por la calle Puán para buscar a alguien, o bien, presa de una necesidad fisiológica aguda (por ejemplo, deseos de ir al baño), no encuentra otro lugar dónde dar rienda suelta a los bajos pero imprescindibles instintos de conservación manteniendo el pudor... estos son algunos saludables consejos para poder hacerse pasar por estudiante de Letras sin desentonar:
1. Vaya en invierno y coloque su gorrito de lana en forma de boina. Esto le dará un toque "cheísta" que facilitará su ingreso al antro del saber.
2. En ningún caso pregunte dónde queda el aula... 420. Vaya dos horas antes y comience a buscar. Seguramente cuando llegue al aula 420 encontrará un cartelito que diga "la clase de lingüistica aplicada IV hoy se dicta en el aula 2". Así, comenzará nuevamente la epopeya y llegará cuando la clase está concluyendo.
3. Lleve un machete escondido para abrirse camino entre los carteles. Uselo con precaución: que nadie lo note.
4. Si tiene la mala suerte de llegar a la clase antes de que ésta termine, no olvide lo siguiente:
- mencione 678 como su programa favorito.
- si le preguntan algo, ponga cara de estar meditando sesudamente, y diga cualquier pavada atribuyéndosela a Derrida.
- si alguien se muestra en desacuerdo con usted, afirme que: "la frase se presta a múltiples interpretaciones" y convalide sus palabras señalando que lo dice desde una mirada netamente "intertextual".
- manifiéstese discípulo de Chomsky. Afirme que el lenguaje es heredado. Luego haga silencio - como en un súbito insight - y finalmente declare con voz queda: "pero claro, no se trata solamente de herencia genética"...
- critique a Beatriz Sarlo. No importa que ignore quién es. Manifieste su rotundo desacuerdo... señalando algo así: "no debería haberse apartado de la crítica literaria..."
5. Jamás olvide llevar puestos sus lentes, aunque no los necesite. Recuerde que para ser intelectual no hace falta pensar ni tener ideas. Sólo es importante ser percibido como tal.
6. Tenga siempre presente que para ser estudiante de letras no es necesario saber contar, ni tampoco hacer operaciones matemáticas sencillas. Por eso, si yo le digo que esto es un decálogo, créame diseñe un curso de posgrado para demostrar que pueden existir decálogos de sólo seis preceptos, y en él, no olvide hablar de intertextualidad y de Chomsky, así como atribuir a Derrida cualquier pavada que no pueda justificar de otra manera...
Siguiendo estos sanos consejos, podrá frecuentar la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y moverse en ella como pez en el agua. |