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Estimado lector:
Necesito urgente su ayuda en un tema de horticultura.
Tengo en mi terraza una planta erecta con enormes capítulos, pedunculados y solitarios, y con las lígulas (o el pudoroso involucro, qué quiere que le diga) rojo de la vergüenza.
Ahora bien, esta planta está exhibiendo impúdica sus flósculos capitulares. Creo que tiene estigmas, y le digo más: las ramillas stigmáticas andan curvándose hacia atrás, con ganas de penetrar el tubo polínico...
Tengo la sensación de que esta planta es sumamente vivaz, y no quisiera que perdiera su alegría de vivir.
Estuve informándome al respecto de esta planta erecta y, según lo que dicen los sabios vendedores callejeros, se trata de una "red aster" o margarita roja.. Y vienen las preguntas (con perdón de los presentes, en particular si son menores de edad).
1. ¿Considera usted cierto lo que afirman los vendedores ambulantes, i.e., que la planta es hermafrodita y sabe auto-satisfacerse?
2. ¿Por qué cuando intento buscar en google "Red Aster", el famoso buscador me da los resultados de "Fred Astaire"?
3. Que afirmen por ahí que se trata de una planta "vascular", ¿se debe a los flósculos capitulares?
4. ¿Por qué cada vez que tengo la intuición de estar llegando a una página donde aprenderé grandes verdades... lo único que leo es: "¡abone, abone!"? ¿Quiere decir eso que mi pequeña aster es una...planta de vida ligera?
5. Cómo hago para que mi pequeña Aster deje de reproducirse así como así, a lo pavote, y acceda a la fecundación responsable?
6. ¿Es posible clonarla, a partir de un gajito?
Yo sé que usted, estimado amigo, no tiene todas las respuestas, pero me siento agobiada de tantas preguntas... Si alguno de los conocidos del Botánico pudiera llegar a colaborar para que esta plantita salve su alma, abandone sus malos hábitos y se comporte como una persona normal, mucho le agradecería.
Nota: no mando fotografía porque, después de todo lo dicho, me da mucha vergüenza tener semejante inverecunda angiosperma en mi terraza.
Usted comprenderá...
Saludos a todos,
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Por favor no lo tome como crítica, sino más bien como amigable y respetuoso apunte al pasar: creo que debería usted revisar un poco su conceptualización de "persona normal". No lo digo por diablo sino por viejo, pero creo que los "malos hábitos" y la "normalidad" comparten espacios altamente permeables y, si me lo permite y sin abusar de su confianza, de, a veces, como de circunstancias milagrosamente sorprendentes... cuestión de asomarse a la ventana, nomás... Con el mayor afecto,
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Mil disculpas, debo confesar que se me escapó sin pensar. De alguna manera, tras haber escuchado que mis Red Asters (también llamadas "estrellitas rojas") eran cuasi-yuyos, me entristecí: se estremecieron uno a uno mis propios flósculos, sentí cómo me capitulaban los sépalos, se me estrobinó el pulvínulo y me sentí incapaz de la más mínima actividad gimnospérmica. Pero, luego de algunas horas de descanso, llegué a la siguiente conclusión: si mis trémulas florecillas son cuasi-yuyos, alabado sea el Gran Horticultor que así lo permitió, ya que enyuyando el hábitat el hombre puede disfrutar de la belleza de la naturaleza. Por eso, me aliso los carpelos con verticilitud y salgo raudamente en busca de otras amigas --angiospérmicos cuasi-yuyos de variados colores-- y, espolvoreándolos en hormona de enraizamiento, hundo sus esquejes en la terráquea fertilidad, para luego abrazarlos en gesto de sincera reconciliación... Doy fe de esto mediante la fotografía adjunta, que no les hace honor a las yúyicas angiospermas pero sí a mí, que no tengo cara para dedicarme a la fotografía, porque mirada con benevolencia, para las artes visuales... soy de madera ;-)) Saludos a todos y perdón por el ex-abrupto.
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