La recomendación de siempre sobre recurrir a inmobiliarias para el alquiler ha dejado de ser un factor de confianza a la hora de alquilar para los meses del verano, ya que se han encontrado sorpresas al respecto. Los futuros veraneantes no tienen el tiempo ni la suficiente información como para saber a cuáles inmobiliarias considerar confiable, es un problema que aparece en las estaciones estivales, y en todo el mundo.

Para neutralizar la posibilidad de estafas, requiere de tomarse un poco de trabajo en realizar comprobaciones que no son tan difíciles de intentar.

En principio, tener conocimiento sobre la confiabilidad de la empresa inmobiliaria es un buen punto, una inmobiliaria que hace muchos años que está en el medio, y no es ese el caso que trataremos, ya que no hay posibilidades de estafa, sino de las desconocidas, que ya con habilidades para armar sitios rápidamente, colocan inmuebles en alquiler, engañando con el cobro del alquiler por adelantando, solo para que el cliente descubra el engaño demasiado tarde y ya perdidas las vacaciones.

Uno de los casos que de mayor incidencia es encontrarse con que la dirección de la casa no existe. Por ello, cuando se hayan decidido, hay una herramienta ideal para constatar que la casa existe y la calle también, se ingresa al Google Map y se busca en el Street View, si es posible, y ver si la entrada coincide con la que se ofrece, o directamente al mapa para ver si la calle existe.

En estos casos, aunque parece que la perspectiva es alquilar directamente al dueño, los usuarios deben comprender que los inmuebles que tienen convenios con inmobiliarias, se protegen a su vez de los inquilinos indeseados, por eso colocan los inmuebles en inmobiliarias y no los alquilan por sí mismos, de manera que el truco de actuar directo con el dueño, posiblemente les sale mal, y ese es el segundo caso más conocido: los clientes, pretenden ahorrarse la comisión inmobiliaria, sin saber que si tratan con alguien directo, no es el dueño, sino un cuidador. Los cuidadores suelen ser trabajadores golondrinas, están mientras llega el inquilino del verano, las inmobiliarias son las reales encargadas, el cuidador es un empleado. Para los que intentan sacar ventaja de haber encontrado el inmueble y hablar directo con una persona, corren el riesgo, ya que es una práctica usual, los sueldos de los cuidadores son muy inferiores a los costos de los alquileres, y la tentación les toca el timbre.

También es usual que los atienda “alguien”, solo para darse cuenta que el inmueble está ocupado por los que sí hicieron trato con la inmobiliaria. De manera que las múltiples alternativas son errores, tanto de los inescrupulosos que conocen el comportamiento de los futuros inquilinos como el de los inquilinos.

El acceso más utilizado para este fin, son las redes sociales. Crean falsos perfiles, mantienen conversaciones sobre turismo, comentarios y de repente, cerca de la fecha, aparecen las recomendaciones, “yo estuve el año pasado en este…”, y así captan con toda seguridad al cliente, saben lo que busca, cuántos integrantes hay en la familia, cuántas habitaciones esperan tener, en qué lugar, y hasta el monto de que disponen, que justo, qué casualidad, es parecido e incluso más bajo que el cobran en el inmueble inexistente.

Si los inescrupulosos invierten en hacer un sitio, que tiene un costo, en el diseño, que también lo tienen, cómo no les iba a resultar fácil entablar contactos en las redes sociales, donde la gente está esperando que otros les recomienden y les ofrezcan soluciones.

Una recomendación de las inmobiliarias es que los que vayan a hacer ese tipo de cosas: tratar de alquilar con el propio dueño, solicite hacer el trato mediante video llamada, de ese modo tendrá una grabación de la cara del estafador o cómplice, si se niega, descarte la operatoria de plano.

Una vez que se cae en esas trampas, se pierde lo más valioso: el tiempo de las vacaciones, porque cuando se está en el destino, las plazas, probablemente está ocupadas, ya que las reservas se hacen con antelación, y en algunos casos hay que mudarse de localización.

La recomendación más sensata es recurrir a informarse sobre inmobiliarias confiables, en vez de correr tras un albur, el dinero no es lo más importante, lo es el tiempo y la seguridad de aprovecharlo

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