El cambio del acceso a las propuestas inmobiliarias que ofrece la Internet no ha dejado de empujar la profesionalización del agente inmobiliario. Aunque las inmobiliarias hayan mudados desde los espacios físicos, hacia espacios virtuales los agentes no han dejado de crecer y necesitar de formación, cada vez más amplia, ahora sumadas a las propuestas de nuevas formas de captación de clientes.

Por una parte dos políticas de comercialización que comparten el mismo objetivo y se complementan entre sí: la visibilidad, que se consigue a través del posicionamiento, el análisis de tendencias que orienta a los agentes inmobiliarios sobre las necesidades de los potenciales clientes.

La organización en la actividad de venta de inmuebles siempre ha sido un importante eje de valuación y testeo del mercado, ninguna pregunta molesta, por el contrario, cada cuestión que realiza un cliente o usuario pasa a formar parte de la importante recopilación de datos que permite mejoras en la concepción de las nuevas tendencias en materia de construcción.

La globalización propone nuevas infraestructuras, nuevas modalidades en la calidad de vida y, fundamentalmente, las nuevas necesidades que impone la tecnología es un factor que vino a revolucionar, no sólo la arquitectura, sino también el urbanismo e incluso la elección de zonas geográficas, la tendencia indica que los usuarios prefieren “bajar”, los altos edificios son una opción menos elegida, las construcciones planas que le dan espacio a la iluminación natural, y al traslado entre construcciones es una tendencia mundial.

Los agentes inmobiliarios modernos cuentan con este producto en Argentina, y ese conocimiento ya no es local, es internacional, de manera que en un movimiento, hay que acercar la información a los potenciales clientes y en ese sentido, las redes sociales cumplen su función, sin embargo, una vez que se comprende el sistema de movilidad de la información de las redes, el agente inmobiliario enfrenta el problema del volumen y el sector.

Si algo ha demostrado las redes sociales es que los potenciales clientes se agrupan, y por ellos se forman grandes conglomerados de usuarios que plantean sus inquietudes, búsquedas e incluso recomendaciones.

No es una mera cuestión de colocar las ofertas, sino la posibilidad de complementar con una atención personalizada para responder a cuestiones de índole personal de los clientes.

Esta capacidad de llegar a la personas sin la movilidad ha potenciados otros factores: la recomendación masiva, basada en experiencias reales que los usuarios comparten el redes sociales, en la mayoría de los casos motivados por las mismas acciones del mundo real: compartir una buena o mala experiencia para transmitir, y que no le pase a otros, o que mejoren las posibilidades.

En ese aspecto, los agentes inmobiliarios se profesionalizan en áreas propias que incumben al producto inmueble y a su vez en áreas de tecnologías, no sólo participar, sino saber alimentarse de la información que proveen las diferentes herramientas de análisis de tendencias.

En esa interrelación, hay un valor agregado de conocimiento específico que a su vez, beneficia al futuro dueño o inversor que cuenta con un asesor calificado, idóneo y confiable.

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