En los tiempos actuales la mirada en los negocios muestra un sesgo naturalizado del que menos se habla, la publicidad está orientada hacia los hombres, pero es la mujer la que toma las decisiones respecto a la vivienda. Es curioso que la mayoría masculina es la que decide las estrategias de venta, bajo la idea de controlar, mediante estadísticas las solicitudes, el banco de datos de las inmobiliarias muestran tendencias que son alimentadas por la mayoría femenina que es la que interviene en la búsqueda de la vivienda. En el plano de las inversiones, parece darse al revés, es un sesgo curioso, ya que se demuestra que es la mujer el factor decisivo en la compra.

Las operaciones que se cierran están en un gran porcentaje en mano de mujeres, a su vez, bajo la suposición que comprenden mejor al comprador, la intermediación de mujeres en la operatoria de consulta y de propuestas, ha comenzado a tomar un valor más relevante en la concreción de la compra.

La tendencia se da en el mundo entero, en los últimos años, sobre todo durante la coyuntura económica en Argentina, más allá de las tendencias en el cambio de hábito de la composición familiar, y las nuevas formas de empleo, las mujeres vienen levantando el porcentaje de operatorias, no sólo como agentes inmobiliarias, sino también como clientas.

Sin embargo, los puestos directivos, siguen teniendo una superioridad masculina, en algún momento las encuestan que muestran el crecimiento de las mujeres en las decisiones, pasará a ser un estudio del costo beneficio que implica tener un hombre dirigiéndola, cuando podría ser ella directamente la que tome las decisiones y oriente políticas y estrategias de venta.

La mujer se ha vuelto protagonista de su destino, y en el rubro inmobiliarias, la representación en operatorias concretas, del género, es ya una tendencia mundial que poco a poco, cambia la actividad inmobiliaria.

Aunque aún las ganancias no son equitativas, es probable que esto cambie en los próximos años, ya que la actividad inmobiliaria del país, pasará a depender, en nivel de importancia a las decisiones de las mujeres.

Las últimas jornadas inmobiliarias se organizan con fuerte representación de asociaciones de mujeres profesionales, no sólo de la unión hace la fuerza, sino de características que no se le pueden negar al género: las mujeres saben lo que quiere y son las que deciden, cuando de la vivienda trata.

En Europa, líder en analizar el conjunto de características que favorecen los negocios inmobiliarios, ya está comenzando a verse la tendencia de emplear más mujeres que hombres, pronto serán los puestos de dirigencia los escalones que ya no podrán seguir ignorando la tendencia.

En el sector inmobiliario admiten que la presencia femenina es un factor de resolución en operatorias inmobiliarias y en breve pasará a ser una condición indispensable para los que quieran competir en el negocios, las mujeres no sólo deciden, en su mayoría, la compra, sino que también conocen lo que ellas mismas buscan.

Los servicios, instalaciones, ubicación y otras características son opcionales, las mujeres miran las paredes, no como inversión, sino como un espacio en donde desarrollar la vida familiar, presta atención a detalles que escapa a la visión masculina del negocio, tal como si el género viniera con un programa impreso al que los hombres no acceder.

Sin embargo, todo se aprende, habrá que comenzar a tener una mirada diferente a la hora de ofrecer propiedades, lo que no tiene por qué tener un sesgo de género, los hombres aportan su visión globalizada, es aspecto de inversión es también un factor preponderante en una operatoria tan importante como la adquisición de un inmueble.

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