Cuando establecemos un espacio de trabajo industrial, podemos cometer el error de centrarnos en exceso en el tipo de maquinaria usado y en otro equipamiento personal o tecnológico, descuidando por extensión la zona de trabajo en sí misma. Sin embargo, la nave, es decir, el local donde se va a llevar a cabo el trabajo diario, es tan importante como los recursos técnicos y humanos del interior, y por eso es fundamental que cuidemos a fondo la infraestructura, los materiales que recubren paredes y techos, el suelo, la ventilación, etc.

Si no lo hacemos, puede que no notemos las consecuencias a corto plazo, pero a largo plazo empezaremos a notar un deterioro causado, entre otras cosas, por el impacto de los elementos climáticos, como el viento y la lluvia, o la condensación de calor del interior originada por las máquinas y otras herramientas eléctricas. En definitiva, es sensato y rentable invertir parte de nuestro presupuesto empresarial en dotar al local de las protecciones más óptimas posibles. En ese sentido, podemos dedicar nuestro inicial esfuerzo a comprar paneles sándwich.

No todas las zonas industriales utilizan este tipo de paneles, pero no cabe duda de que con el tiempo empezarán a ser una constante a la hora de reforzar fachadas y paredes de interior en naves y locales de trabajo pesado de toda clase. El motivo es que este tipo de paneles se compone de una triple capa, siendo las dos exteriores de acero y la interior, de poliuretano inyectado. El resultado es que se trata de un material compuesto excelente como aislamiento acústico y térmico por igual, ya que regula las temperaturas y absorbe el ruido de la maquinaria.

Por lo tanto, comprar paneles sándwich es una de las mejores opciones posibles para contener a máquinas y trabajadores en una burbuja de seguridad. Además, el concepto de «burbuja de seguridad» cobra una especial relevancia en la época de la pandemia global, ya que también es indispensable que los trabajadores se aíslen de posibles contagios dentro y fuera. En resumen, el precio del panel sándwich se adecua a la calidad del producto.